17 octubre, 2018
Seguro que, como directivos o CEO’s de una empresa nos hemos preguntado que podemos hacer para que nuestros Planes Estratégicos consigan el éxito esperado y se cumplan los resultados económicos previstos: comunicamos convenientemente la estrategia y sus cambios, hacemos un esfuerzo por transmitir los principios y los valores sobre los que se sustenta y motivamos a los equipos de trabajo para conseguir el efecto positivo esperado.
Sin embargo, pocas veces nos hemos preguntado, cuál es el nexo fundamental que puede conseguir alinear nuestra estrategia, con nuestros procesos y, lo más importante, con las personas de nuestra organización.
La respuesta es demoledora, la cultura de nuestra empresa.
DEFINIENDO LA CULTURA EMPRESARIAL.
“La cultura es a la empresa, lo que la personalidad es al individuo”, (Carolina Bestard)
La cultura corporativa son los Modelos de Pensamiento (valores) y Acción (conductas o comportamientos) que emplean los miembros de una organización para relacionarse entre sí, realizar su trabajo y gestionar los diferentes públicos de Interés de su empresa.
En definitiva, son los hábitos colectivos que se crean, se refuerzan y se perpetúan a través de las interacciones diarias entre los integrantes de la organización y las personas de sus entornos operativos.
- Primera conclusión. La cultura de una empresa no son los valores o principios que tiene expuestos en sus paredes, o en su página web. Son los comportamientos de TODOS sus integrantes.
- Segunda conclusión. No debemos esforzarnos en alinear los valores y principios de los miembros de nuestra empresa con los publicados. Debemos transformar los hábitos existentes, buenos o malos, para alinearlos con los resultados esperados de la estrategia empresarial definida.
MODIFICAR COMPORTAMIENTOS NO ES FACIL, PERO TAMPOCO IMPOSIBLE.
Puede parecer que alinear comportamientos y valores es una tarea titánica, sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Alinear la cultura de la empresa con nuestra estrategia pasa por contar con las personas que la integran, y no solo me refiero a los directivos y mandos intermedios; sino hasta los niveles mas básicos de nuestra organización y hacerles dos preguntas claves:
- ¿Qué valores deben desarrollarse para conseguir que la estrategia definida llegue a buen puerto?
- ¿Qué comportamientos como persona son necesarios para activar esos valores y hacer que la estrategia tenga el éxito esperado?
TRANSFORMANDO LA CULTURA EMPRESARIAL
Cuando hacemos este ejercicio nos encontraremos en primer lugar, con nuevos valores y comportamientos que debemos de promocionar e inculcar en nuestra empresa, pero, lo que es mas importante, conseguiremos IMPLICAR a todos los niveles de nuestra organización en dicha transformación, puesto que son las personas integrantes de la misma las que nos iluminan y nos proporcionan las soluciones. Estaremos realizando un TRABAJO DE CO-CREACION para crear sentido de pertenencia.
Efectivamente, la mejor receta para conseguir nuestros objetivos es dar visibilidad al talento interno. Son las personas de nuestra compañía las que mejor conocen la misma y las que pueden y deben dar con las palancas que activen los cambios de comportamiento o mejoren los existentes, que a su vez activen los valores necesarios para conseguir los resultados esperados.
Partiendo de una comunicación transparente y de la definición exacta de los resultados esperados, si damos la palabra y ponemos a trabajar a los miembros de nuestros equipos, obtendremos, por un lado, iniciativas de transformación y, por otro, compromisos de acción. Habremos conseguido dos grandes objetivos en el trabajo con las personas, RECONOCIMIENTO DEL TALENTO INTERNO e IMPLICACIÓN.
Es indudable, que toda esta tarea es impensable sin la actuación impulsora de los mandos intermedios, sin cuyo compromiso todo el proceso estaría abocado al fracaso. Los líderes son los actuantes que deben hacer que el modelo fluya; comunicando, aclarando dudas, eliminando las barreras que se presentan en el día a día; sirviendo de ejemplo y ejerciendo de mentores a los miembros de sus equipos.
EL RETO DE LA TRANSFORMACION CULTURAL CONTINUA
Pero, siempre hay un pero….
“Lo único permanente es el cambio” (Buda).
Los procesos de transformación cultural son procesos continuos, se producen cada vez que cambia la estrategia, cada vez que cambian los objetivos, cada vez que cambia el mundo VUCA, la adaptación es necesaria y la transformación es continua, cambiando las conductas para adaptarnos a las circunstancias cambiantes del entorno. Es la vida.
De ahí la relevancia que debemos dar al cuidado de nuestra cultura empresarial y por definición, a las personas que la construyen. No puede ser estática, debe ser flexible y adaptable y exige una revisión constante. Es un gran reto, pero es la clave del éxito de nuestra organización